Los vampiros no sólo están asociados a la tradición de los
países balcánicos. Existen vestigios de muertos en la antigüedad tan peligrosos
como los vampiros europeos.
En Egipto una de las más importantes civilizaciones se
registró un enigma, el llamado mito del Keough.
En un papiro encontraron todas se nos habla de que los
fantasmas de los de ajusticiados dejan sus cuerpos durante la noche para
absorver la sangre de los adolescentes. Eso se ha venido a denominar el mito de
Keough, pero los miedos y los errores
caminaron también por otras culturas.
En Grecia y en Roma los muertos fueron una realidad,
recordemos a las lamias griegas, genias, femeninas en busca de sangre, siempre
el fluido vital, la sangre es la vida,
la sangre que perdura en nuestro organismo hasta nuestra propia muerte.
Pero la sangre también puede perderse de forma rápida y sobrevenir la muerte.
Esos fluidos energéticos siguen alimentando a los vampiros
no muertosen la actualidad… y también, en Roma,
tuvimos constancia de unos entre vampíricos muy peligrosos, las llamadas
estriges, una especie de pájaros de presa que tenían anzuelospor uñas y picos
aptos para la rapiña. Las estriges o estrigas atacaban en la cuna a los niños
durante el sueño, y absorbían su sangre.
Estos seres mitológicos eran muy temidos en la Roma clásica…
Pero también había métodos para defenderse de esos horribles
pájaros de presa. Habitualmente, se solía invocar a la ninfa Craneocarna que
mediante una rama de oxiacanta florida o espino blanco, podía reducir las fuerzas
de las estriges… que se presentaban durante la
noche para absorber la sangre de los niños…
presa fácil para los devoradores de sangre y de carne.
Y los vampiros se extendieron por otras partes de nuestra
tierra; en otros continentes, también tenemos constancia de seres oscuros.
En Filipinas se tiene la certeza de que los “Berbalangs” eran capaces de alimentarse de la sangre de los seres
humanos.
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